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TODO SOBRE BODEGA ESLAVA
Bodega Eslava Rosé, un homenaje al vino rosado navarro
Como os hemos contado en varias ocasiones, la tradición vitivinícola que tenemos en Eslava empezó hace muchos, muchos años, con evidencias de cultivo de la vid que se remontan a la época romana -una época que se puede visitar en el Yacimiento de Santa Criz-. La gran diversidad climática y geográfica que tenemos en Navarra nos ha permitido, a lo largo de los años, cultivar variedades de uva que dan lugar a vinos de gran calidad, entre las que destaca la Garnacha, variedad por excelencia en nuestros viñedos.
Particularmente, el vino rosado ha sido el gran protagonista de la historia vitivinícola de Navarra. El rosado navarro se distingue por su método de elaboración tradicional, conocido como “sangrado”: este proceso consiste en separar el mosto de las pieles de la uva después de un breve contacto, lo que le confiere ese característico color rosado pálido y brillante. Es el caso de Bodega Eslava Rosé.
Un vino de villa
Nuestro Rosé está producido a partir de uvas garnacha recogidas en distintos parajes de Eslava. Esto lo cataloga como un vino de villa que recoge en sus matices las diferentes altitudes, suelos y orientaciones de los parajes de los que nace:
- Paraje de Zabalea, a 611 metros de altitud, donde se encuentra el viñedo más joven de nuestra bodega.
- Paraje de Zubaldea, a 570 metros, de suelo saso.
- Parajes de Argabidea, Pisaldea y Guezari, de altitudes en torno a los 500 m y suelos arcillosos.
- Paraje de Sirgún, también de suelo saso.
De sus características podríamos destacar un equilibrio perfecto entre acidez y frescura y entre sus notas herbales y frutales, que se manifiestan incluso antes de dar el primer sorbo. La garnacha de montaña aporta esas notas florales, herbales y de fruta, con un toque más cítrico en boca que lo convierte en un vino especialmente refrescante, perfecto para cualquier plan veraniego y primaveral, aunque se puede disfrutar igualmente cuando las temperaturas son más frías. Se puede maridar con una amplia variedad de platos, desde ensaladas y mariscos hasta arroces y carnes blancas.
Al contrario de lo que se suele pensar, hay vinos rosados, como Bodega Eslava Rosé, que se pueden consumir más allá del año de embotellado, siempre y cuando la botella esté cerrada. Lo ideal en estos casos es conservarlo en una bodega o en una habitación a temperatura ambiente, preferiblemente entre 8°C y 10°C. A la hora de consumir, simplemente habrá que enfriarlo un rato antes en el frigorífico o en una cubitera.
Botella a botella
Nuestro Rosé es una manifestación del terruño de esta localidad, de la agricultura de secano, la influencia del clima pirenaico y la gran diversidad de altitudes y suelos que encontrarás aquí. Un vino elaborado con mucho mimo, desde la selección de las uvas hasta el embotellado y el trabajo de lacrado con el que cerramos, una a una, cada botella. Se trata de un trabajo manual, por lo que ninguna cápsula de lacre es igual a otra. Esto hace que cada botella sea única y especial, como el vino que contiene.
Bodega Eslava Rosé es un verdadero tesoro que encapsula la esencia de un pueblo rico en tradición y pasión por la viticultura. Cada botella es una invitación a descubrir los paisajes y la historia de Eslava, a través de un vino que seduce con su frescura, aroma y equilibrio. Un vino que merece ser disfrutado y celebrado en cualquier ocasión.