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Habéis leído bien: ¡centenario! En Eslava todavía conservamos y cultivamos parte de nuestras garnachas en viñedos centenarios que han sobrevivido al paso del tiempo y, sobre todo, a la llegada de nuevas variedades. Nuestra apuesta por esta variedad de uva nos ha convertido en la zona de Navarra con mayor porcentaje de garnacha cultivada, un ‘título’ que defendemos con orgullo.

Pero, ¿qué tiene la garnacha que la hace tan especial?

Se trata de una de las variedades más antiguas y versátiles. Originaria de España, esta uva ha conquistado viñedos en todo el mundo, siendo una verdadera joya en el mundo del vino, con sus características distintivas que la hacen destacar entre las demás variedades. Desde su perfil de sabor jugoso y especiado hasta su adaptabilidad enológica y expresión del terruño, cada copa de vino de garnacha es una invitación a explorar y celebrar la diversidad y la riqueza del mundo vitivinícola.

Perfil de sabor

La garnacha es conocida por producir vinos con un perfil de sabor distintivo que combina frutas maduras con especias sutiles. En los vinos tintos, se pueden encontrar notas de frutos silvestres como el enebro y el arañón, complementadas con aromas herbales como el tomillo, el hinojo y el romero. Esta combinación de fruta y especia crea vinos con una complejidad aromática irresistible.

Estructura y textura

Los vinos, como Paraje de Guezari, elaborados con esta variedad de uva suelen tener una estructura sedosa en boca, con taninos redondos y maduros. Aunque algunos vinos de garnacha pueden ser potentes y concentrados, la mayoría son accesibles y fáciles de beber, lo que los convierte en una opción ideal para múltiples ocasiones (y recetas).

Una de las características más fascinantes de la garnacha es su capacidad para adaptarse a distintos estilos de vino. Desde los tintos, ligeros o más complejos, pero siempre estructurados, hasta los rosados frescos y afrutados, la garnacha demuestra su versatilidad en cada copa. Esta flexibilidad permite a los enólogos experimentar y crear una amplia gama de vinos que satisfacen los gustos y preferencias de los consumidores en todo el mundo.

Expresión del terruño

La garnacha es una variedad autóctona y muy rústica que refleja fielmente las características del terruño en el que se cultiva, adaptándose a la perfección a la climatología y a los suelos de Eslava. Se trata de una variedad que aporta identidad y personalidad en cada vino que se elabora. Es el gran valor que nos ha permitido llegar hasta aquí y poder transmitir la historia y el paisaje de la Baja Montaña.

La suya es una cepa vigorosa y resistente, con racimos grandes y compactos y granos de tamaño medio a grande. Esta uva es conocida por su alto contenido de azúcar, lo que la hace ideal para la producción de vinos tintos con cuerpo y alto grado alcohólico, aunque también se utiliza para la elaboración de vinos rosados frescos y afrutados.