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TODO SOBRE BODEGA ESLAVA
¿De qué hablamos cuando hablamos de la añada de un vino?
Al grano: la añada de un vino hace referencia al año en el que las uvas con las que se ha producido fueron cultivadas y recolectadas. Como ya hemos comentado en posts anteriores, el ciclo vegetativo de la planta tiene distintas etapas, desde el lloro de la vid hasta la vendimia, y en todas ellas las condiciones meteorológicas son fundamentales. Los cambios de temperatura y precipitaciones afectan a las condiciones de cultivo y, como consecuencia, a la maduración y al estado de las uvas.
Aunque hay otros aspectos también muy importantes a la hora de producir un vino de calidad, hablamos de las condiciones meteorológicas porque es la información más fácil de obtener cuando conocemos la añada: cómo fueron las lluvias ese año, si hubo periodos de sequía, cómo de cálidas o frías fueron las temperaturas… todo ello habrá afectado al vino que tenemos entre manos.
Clasificación de las añadas
No hay dos añadas iguales. Cada ciclo, los viñedos se enfrentan a cambios a nivel meteorológico que hacen que las uvas cuenten con unas características organolépticas únicas. Para que la maduración de la uva sea correcta, necesitan una combinación de agua, luz solar, calor y frío, en las cantidades adecuadas y en el momento idóneo.
Una añada se puede clasificar en regular, buena o excelente según una serie de criterios. Se trata de una clasificación que llevan a cabo los Consejos Reguladores en función de las condiciones climatológicas del año en la zona vitivinícola. A grandes rasgos, una añada se considera buena cuando a un invierno frío y con lluvias le sigue una primavera suave y un verano con días cálidos y noches frescas.
Aun así, la información que la añada nos da sobre un determinado vino es orientativa. Cada botella esconde otros tantos factores y secretos propios sobre la elaboración de ese vino.
Añada 2023: los viñedos de Bodega Eslava se preparan para la floración
Entre primavera y verano, el ciclo vegetativo de la vid avanza a un ritmo vertiginoso. En Bodega Eslava ya hemos sido testigos de la etapa de foliación y brotación de los viñedos, que se han vestido de hojas y pequeños racimos. Ahora, esperamos con ilusión la aparición de las primeras flores que cubrirán las viñas con su aroma y se transformará, semanas después, en auténticas garnachas de montaña.